En los últimos años hemos podido comprobar que la simplicidad y el minimalismo están muy presentes en el diseño web. A través de esta simplicidad conseguimos diseños más limpios, que eliminan la confusión de navegar por inmensos menús y sobre todo ayuda a conseguir los objetivos que hayamos propuesto.
En muchas ocasiones pretendemos que nuestro sitio web esté lleno de colores, banners, ofertas y demasiada información a la cual se le da la misma importancia. De esta forma pensamos que el usuario final verá un sitio web maravilloso, lleno de colores y de información, cuando realmente lo que estamos haciendo es alejar al usuario de nuestra intención final (conseguir que se suscriba, vender un producto o servicio, etc.)
A continuación os contamos una serie de sencillos pasos para simplificar tu sitio web y conseguir una mayor atención hacia esos objetivos que queremos conseguir.
Céntrate en los aspectos esenciales.
Parece un punto lógico y todos intentamos centrarnos en estos aspectos, pero muchas veces, nuestra página web acaba repleta de información importante, poco importante y nada importante entre la cual no destacamos nada.
Cuando tomamos una fotografía, enfocamos la acción que queremos destacar. De la misma manera debemos plantear nuestro diseño web.
Adiós a los elementos innecesarios
Ya nos hemos centrado en nuestros aspectos esenciales, es hora de desechar el resto de elementos que solo “ensucian” nuestro diseño web y lo alejan de esa simplicidad que queremos conseguir. Un ejemplo de estos elementos pueden ser: calendarios en una barra lateral (siempre y cuando no sea imprescindible señalar fechas a nuestros usuarios), inicios de sesión si no ofrecemos información específica a usuarios registrados, número de comentarios en entradas de blog, su fecha, su hora, el autor…), excesivos enlaces en el pie de página…
Reducir el número de páginas de nuestro sitio web
Un aspecto esencial a la hora de simplificar nuestra página web. Todos nos hemos hecho alguna vez la pregunta “¿Dónde he pinchado para llegar hasta aquí?” cuando navegamos por un sitio web con numerosas páginas.
Es normal que el usuario final se pierda entre tanta cantidad de enlaces y de páginas, y si un usuario empieza a sentirse agobiado o no encuentra la información que necesita, se marchará, y aún peor, se marchará decepcionado.
Por ejemplo: Muchas veces no es necesario tener un apartado “Contacto” y por otro lado un apartado “Localización”, ambos pueden unirse perfectamente.
Reducir el número de páginas simplificará la navegación del usuario, dará un aspecto a nuestro menú mucho más limpio y además el mantenimiento del sitio web será mucho más sencillo.
El contenido importante, en la parte superior.
La mayor parte del tiempo que un usuario pasa en un sitio web es en aquella parte de la página visible sin haber hecho scroll hacia abajo. Si tengo un grupo de música y acabamos de sacar un álbum, lógicamente pondremos la portada del álbum en el inicio y en la parte superior, junto a un botón de compra y no al final de la página.
Parece muy obvio, y lo es, pero lo que no tenemos tan en cuenta es el jugar con los elementos superiores de la web para dejar un mayor espacio visible a continuación. Cosas como por ejemplo limpiar nuestro número de páginas para tener un menú más corto como hemos dicho anteriormente y no tener la necesidad de insertar nuestro menú en una segunda línea.
Otro aspecto muy importante para que nuestra cabecera no sea excesivamente alta y reste tamaño al contenido es no abusar del tamaño del logotipo. El tamaño del logotipo es una cosa con la que tenemos que lidiar constantemente los diseñadores, los clientes quieren su logo grande, muy grande, enorme. ERROR, tu logo se ve bien a un tamaño prudencial, la gente no va a comprar tu disco de música porque tengas un logotipo que ocupa media página, lo comprará si le gusta tu música y le parece un precio razonable.
Limitar la paleta de colores
Al igual que comentábamos en el anterior artículo acerca de cómo realizar un buen diseño de logotipo, debemos tener en cuenta nuestra paleta de colores y no usar más de 2 o 3 colores en toda la página web. Estos 2 o 3 colores, usados en consonancia con su mismo tono pero diferente luminosidad o saturación, serán más que suficientes para crear el aspecto de nuestra página web. Si hemos conseguido simplificar nuestro diseño web pero seguimos usando demasiados colores, el usuario se verá distraído de igual manera que anteriormente.